LA VERDAD DEL COOPERATIVISMO MINERO
DE BOLIVIA
Es una publicación de la Federación
Regional
de Cooperativas Mineras Auríferas
–FERRECO-
PRESIDENCIA
SECRETARÍA GENERAL
LA MINERÍA ESTATAL
SIEMPRE FUE UNA CARGA PARA EL PUEBLO BOLIVIANO
La minería estatal,
siempre fue una carga para el pueblo boliviano, por cuanto trabajó a pérdida,
obligando al Tesoro General de la Nación a erogar recursos para ese sector, en
lugar de dedicarlos al beneficio y progreso de las mayorías nacionales.
No lo decimos nosotros,
sino la historia misma. Esta aseveración proviene de un estudio y análisis
minucioso que se realiza en el trabajo titulado LA MINERIA SU
PROBLEMÁTICA PASADO Y FUTURO de Jack Matijasevic Mostajo, que señala:
“Luego de la
nacionalización de las minas del 31 de octubre de 1952, tres sectores producían
la casi totalidad de minerales en el país: la minería estatal nacionalizada o
Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL), la minería mediana y la minería chica.
La minería cooperativa era todavía muy incipiente. La minería mediana y la
chica se desenvolvieron con altibajos por factores como los cambiantes precios
del estaño, la presión impositiva y la gran inflación (1953-1956), en que los
tres sectores recibieron moneda nacional al cambio diferencial, mucho menor con
relación al dólar.
“Las Minas
nacionalizadas en franco tren de agotamiento, excesiva injerencia sindical a
través del Control Obrero, incremento anormal de personal, corrupción y
burocracia condujeron a pérdidas económicas que forzaron a COMIBOL a buscar
ayuda externa antes de terminar la década de 1950. Por agotamiento y problemas
operativos la mina Pulacayo se cerró y cooperativizó en 1959 y por la caída del
precio del wólfram corrieron igual suerte las minas Kami en 1962 y Bolsa Negra
en 1963. El pago de beneficios sociales por cambio de razón social a los
trabajadores de las minas nacionalizadas a Simón Patiño, Mauricio Hochschild y
Carlos Víctor Aramayo (que debió ser realizado por éstos), los pagos por
indemnización, la sobrecontratación de personal, la menor producción y la mala
administración, traducidos en desfase económico y financiero, influyeron para
la gran inflación, frenada por el Decreto Supremo 4358 del 15 de diciembre de
1956 (Hernán Siles) llamado de Estabilización Monetaria.
“COMIBOL para eliminar
las pérdidas económicas recurrió a la ayuda externa la cual se tradujo bajo el
Plan Triangular (porque intervinieron los gobiernos de Estados Unidos y
Alemania y el Banco Interamericano de Desarrollo) funcionó entre 1961 y 1970,
con un desembolso (préstamo) de 62,1 millones de dólares, que resultó un
fracaso pues sólo consiguió disminuir las pérdidas. Entre los pocos efectos
positivos estuvieron la adquisición de equipos y repuestos para las minas e
ingenios y la disminución del número de trabajadores, que posteriormente volvió
a crecer.
Entre 1981 y 1985, las
cada vez mayores pérdidas de COMIBOL sumaron un total 799 millones de dólares,
influyendo en la hiperinflación del período 1982-1985. Para frenarla se
promulgó el mentado D.S. 21060 del 29 de agosto de 1985 llamado Nueva Política
Económica, que entre otras medidas descentralizó COMIBOL y pasaron a su
administración las fundiciones de Vinto y Karachipampa y el yacimiento del
Mutún. Todos los pasivos fueron transferidos al Tesoro General de la Nación.
Relocalización
El 24 de octubre de
1985 se declaró la insolvencia del Consejo Internacional del Estaño (CIE), que
incrementando las compras de estaño para su reserva de estabilización, hizo
bajar el precio. La insolvencia derrumbó el precio del estaño y significó en
Bolivia el fin de esta era iniciada en los albores del siglo XX. El
presidente Víctor Paz en un mensaje a la Nación indicó que cada libra de estaño
se producía a 10 dólares, pero se vendía en 2,48 dólares "y no se
preguntan quién paga la diferencia". El productor con los mayores costos
era COMIBOL.
El D.S. 21237 del 25
de agosto de 1986 modificó la estructura de COMIBOL en cinco empresas
descentralizadas y ya no tomó en cuenta a Catavi, Santa Fe, Japo Morococala,
Viloco, Colavi, Chorolque, Matilde y Corocoro, dando inicio a la mal llamada
"relocalización" que en los hechos fue un despido de miles de
trabajadores. Posteriormente se fueron cerrando otras minas, hasta que quedó
operando solamente Huanuni. Según el libro "El rostro minero de
Bolivia" (Arturo Crespo, 2009), de 30.174 trabajadores al 31 de agosto de
1985, fueron retirados 24.755. Estas cifras incluyen 2.599 trabajadores de las
fundiciones de Vinto y Karachipampa, de los que fueron retirados 1.962, vale
decir que de 27.575 trabajadores de las operaciones y oficinas mineras, fueron
despedidos 22.793. La "marcha por la vida" convocada inmediatamente
por la COB para repudiar el D.S. 21237, en la que 5.000 mineros con sus
familias marchaban de Oruro a La Paz, fue detenida y disuelta en Calamarca. Desde
entonces es posible que la COB y la Federación Sindical de Trabajadores Mineros
de Bolivia (FSTMB) perdieron su protagonismo contestatario a las políticas
gubernamentales.
“En los sectores de la
minería mediana y chica se cerraron también varias minas estañíferas.
Estimaciones aproximadas dicen que 2.251 trabajadores de la minería mediana y
8.192 trabajadores de la minería chica, haciendo un total de 35.198
trabajadores desempleados en la minería boliviana”.
¿LOS BOLIVIANOS QUEREMOS QUE RETORNE ESE CAOS Y EL DESANGRAMIENTO DE LA ECONOMÍA DEL PUEBLO BOLIVIANO?. ¿QUE SEAMOS LOS BOLIVIANOS, CON NUESTROS IMPUESTOS, LOS QUE TENGAMOS QUE PAGAR A UN SINDICALISMO MINERO QUE QUIERE CRECER, A COSTA DE LA DESAPARICIÓN DE LAS COOPERATIVAS, PARA SER UN PODER NO PRODUCTIVO SINO POLÍTICO QUE NOS LLEVE NUEVAMENTE AL DESASTRE NACIONAL?.
EL COOPERATIVISMO ACOGIÓ A LOS
RELOCALIZADOS DE COMIBOL
El sistema cooperativo que desde
1954 empezó a funcionar dentro del campo minero, fue el que acogió a los miles
de trabajadores despedidos por la Corporación Minera de Bolivia en 1985,
convirtiéndose en una fuente de trabajo para ellos y todos los bolivianos y en
un generador de empleo.
Leamos lo que dice al respecto el artículo LA
MINERIA SU PROBLEMÁTICA PASADO Y FUTURO de Jack Matijasevic Mostajo:
“Los miles de
trabajadores despedidos tomaron diferentes rumbos: se establecieron en
ciudades, volvieron al campo, fueron al Chapare (Inicio de la siembra de coca
ilegal y aparición del narcotráfico y crecimiento de la delincuencia), y varios
miles lograron firmar contratos de arrendamiento con COMIBOL, para trabajar en
las minas cerradas, logrando acceso a la infraestructura básica desarrollada
por la empresa estatal.
“Hoy existen
cooperativas en todas las minas de COMIBOL, aún en las que operan mediante contratos
de arrendamiento y riesgo compartido suscritos con empresas privadas.
“Según datos del
Ministerio de Minería y Metalurgia la relocalización cambió completamente la
estructura de la fuerza laboral en la minería nacional, incrementando
paulatinamente el número de cooperativistas de 28.649 en 1985 a 65.890 en 2010
(Aunque también se maneja un dato cercano a los 80.000). Su número, su no
dependencia patronal y su presencia en gran parte del país especialmente en la
zona altiplánica, le han dado una fuerza social y política que es muy temida y
tomada en cuenta por todos los gobiernos desde la década de 1990.
“Además de las muchas
medidas de fomento que lograron, actualmente tienen presencia en los poderes
ejecutivo y legislativo. A la inversa, la fuerza laboral se ha reducido
notablemente en COMIBOL, en la minería chica y en menor medida en la minería
mediana. En 2008 tenían 4.950, 2.240 y 5.138 trabajadores respectivamente, que
a la fecha ha variado poco.
“Aunque en los dos
últimos años la COMIBOL ha incrementado sustancialmente la mano de obra,
solamente en Huanuni existen 5.000 trabajadores mineros asalariados
dependientes del Estado.
“A mediados de la
década de los años 90 se presenta un auge y repunte del precio de las materias
primas, que nuevamente resultó en una fiebre por la minería, en la que cientos
de personas decidieron trasladarse a los centros mineros grandes como los de
Potosí, Oruro, donde se consolidaron las formas de cooperativismo minero
demandando de la COMIBOL la explotación de más minas del Estado”.
LOS COOPERATIVISTAS
DEMANDAMOS MÁS ÁREAS DE TRABAJO Y SEGURIDAD JURÍDICA. NO NECESITAMOS PREBENDAS
NI SALARIOS DEL ESTADO. QUEREMOS CONTRIBUIR AL DESARROLLO Y PROGRESO DEL PUEBLO
BOLIVIANO. NO QUEREMOS SER CARGA PARA EL ESTADO.
LOS ASALARIADOS TIENEN SUELDOS POR
SU TRABAJO
Los cooperativistas respetamos al
sindicalismo, el mismo que es formado dentro de las empresas públicas como
privadas, a fin de que sus dirigentes promuevan el bienestar de sus compañeros,
eviten abusos y arbitrariedades de los empresarios, así como gestionar leyes y
disposiciones que vayan en beneficio de la educación, de la vivienda y de una
vida digna para todos los trabajadores.
El sindicalismo también está
obligado a contribuir al bienestar de todo el pueblo boliviano y no solamente
de una clase social.
Los asalariados, tanto del Estado
como del sector privado, por su esfuerzo y trabajo perciben sueldos o salarios,
están regidos bajo la Ley General del Trabajo, la que los protege. Si trabajan
en horarios nocturnos los empresarios están obligados a retribuir por ese
esfuerzo, lo mismo si tienen que aportar con su labor los domingos o feriados.
Si la empresa gana, tienen bonos de
producción. Si la empresa pierde, ellos siguen percibiendo su salario pactado,
sin descuentos y con sus bonos. Sin son
retirados se les cancela beneficios sociales. El Estado protege al asalariado.
En cambio los cooperativistas no
tenemos sueldo ni salario, el Tesoro General, no nos contempla en el
Presupuesto General del Estado. No nos pagan por domingos, nocturnos o
feriados. Si no producimos, no comemos. Si producimos, contribuimos al
bienestar de nuestros asociados, de sus familias, de las comunidades, de los
pueblos y del Estado boliviano.
LA REALIDAD DEL COOPERATIVISMO
MINERO
El Cooperativismo Minero es un
sistema de vida y una fuente de empleo para todos los bolivianos, los que se
forman en Cooperativas, con una filosofía de solidaridad y equidad, asumiendo
el papel de socios, con igualdad de derechos y obligaciones. Nos rige la Ley de
Sociedades Cooperativas, en nuestra condición de organizaciones sociales y
laborales sin fines de lucro.
Eligen a sus Directorios mediante el
sistema democrático, es decir por el voto, un solo voto y una sola acción o
Certificado de Aportación por asociado. Los directorios, que se dividen en los
Consejos de Administración y de Vigilancia, no tienen más derechos que el resto
de los socios, sino la obligación y el deber de administrar nuestros bienes y
producción en beneficio general. El primero administra y el segundo fiscaliza su trabajo.
Las Cooperativas, por medio de sus
asociados, aportan personalmente con dinero, insumos, maquinaria y con su
presencia personal, para la realización de los trabajos de prospección,
exploración y explotación de minerales.
Si la madre naturaleza nos brinda la
oportunidad de que ese esfuerzo se traduzca en la extracción de mineral, ese
producto, después de pagarse regalías, patentes, alquiler por áreas arrendadas
al Estado, seguridad social, y aportes para entidades matrices, es distribuido,
equitativamente, entre todos los asociados. Una parte de ese ingreso que nos
corresponde lo depositamos en los Fondos de Educación de la Dirección Nacional
de Cooperativas, además de nuestros propios Fondos de Contingencia.
Las regalías y patentes mineras, que
se concentran en el Tesoro General de la Nación, se distribuyen en un cien por
ciento, a las Gobernaciones departamentales, las que hacen llegar la parte que
les corresponde a los Municipios y Comunidades en las que se realiza la
explotación minera.
Lo más importante es que el monto
que perciben los asociados, promueve el desarrollo local, tanto en lo que se
refiere al comercio, al transporte, a la compra de insumos, aportando al mismo
progreso e ingreso de las comunidades y pueblos, generando, de esta manera un
importante flujo monetario que beneficia al conjunto de la ciudadanía. No
exportamos nuestros ingresos, los reinvertimos en nuestros trabajos y los
gastamos en nuestro país.
El cooperativismo no cuenta con
aportes ni beneficios del Estado. Si logra ganancias es para todos. Las
pérdidas las asume, sin recurrir al Estado o al Tesoro General de la Nación,
para que generen recursos para la sobrevivencia de los cooperativistas.
En tiempos en lo que no existe
producción, que los denominamos como “laja”, los cooperativistas vivimos de
préstamos. A falta de dinero para la alimentación, suplimos esa necesidad con
un poco de coca que nos hace olvidar el hambre, o con un té y pan como
almuerzo, el que es distribuido entre nuestras familias.
El cooperativismo es sacrificio, es
autogestión, es trabajo diario y denodado, no nos pagan por trabajar, no
tenemos bonos ni beneficios por trabajo nocturno ni domingos o feriados.
Comemos de lo que trabajamos, si es que hay producción. Si no la hay tenemos
que ingeniarnos para sobrevivir. No somos empresa, por cuanto no lucramos, los
excedentes los distribuimos equitativamente entre los asociados.
CONFUSION SOBRE NACIONALIZACIÓN Y
ESTATIZACIÓN
Editorial de Jornada, 12-09-2012
La sobrevivencia del sistema
cooperativo y de la actividad privada en nuestro país, especialmente en el
campo minero, se encuentra en un serio peligro, debido a una arremetida por
parte de varios funcionarios del Estado, sindicalistas y otros, por cuanto los
mismos no son compatibles con sus ambiciones y con su visión de lo que es la
economía plural que se establece en la Constitución Política del Estado.
No se ha comprendido que en Bolivia,
de acuerdo con la Carta Magna, existen tres actores mineros, el estatal, el
privado y el cooperativista, los únicos que pueden realizar actividades de
prospección, exploración y explotación de los recursos no renovables,
incorporando, subrepticiamente, a comunarios y asalariados estatales, en una
actividad productiva que debe beneficiar a todos los bolivianos.
El actual Gobierno ha propugnado la
NACIONALIZACIÓN de nuestros recursos naturales, -los hidrocarburos y los
minerales-, con la misión de que la actividad productiva en estos rubros
vaya en beneficio de los nacionales, con la distribución justa y equitativa de
la riqueza nacional, como acontece actualmente.
Sin embargo, el término de
NACIONALIZACIÓN ha sido confundido con LA ESTATIZACIÓN, que tiene una
connotación muy diferente, por cuanto esta posición significaría que sea el
Estado el único que pueda explorar y explotar tanto hidrocarburos como
minerales, interpretación totalmente errada de los conceptos y del texto
constitucional.
NACIONALIZACIÓN, significa que
nuestros recursos naturales ya no deben estar en manos de las empresas
transnacionales, las que han sido las responsables de la pobreza y de la
postergación de nuestra Patria, además de la exportación de las utilidades que
no han sido reinvertidas como debería suceder.
Al pasar a manos del Estado, los
yacimientos que se encontraban y se encuentran en manos de las transnacionales,
éstos pueden ser explorados y explotados por los tres actores mineros, es decir
el estatal, el privado y el cooperativista, con total equidad y reconociendo el
derecho al trabajo de miles de bolivianos que no tienen empleo fijo ni ingresos
dignos para su sobrevivencia.
Es decir el Estado, al nacionalizar
los yacimientos, debe entregar éstos en concesión o contrato de arrendamiento a
empresas privadas y cooperativas bolivianas, así como a la Corporación Minera
de Bolivia, que es la parte estatal en la composición de los actores mineros y
no así los sindicalistas, que son funcionarios o trabajadores de ella y
perciben salarios por su actividad, sin asumir responsabilidades en las
pérdidas o ganancias.
La desinformación y la distorsión de
lo que es nacionalización y estatización, se encuentra en algunos funcionarios
del mismo gobierno, que interpretan a ambos términos como iguales, así como en
los trabajadores asalariados de las empresas de COMIBOL y los directivos de
ésta, los que tienen la seguridad de que se terminó el tiempo de la actividad
privada y cooperativizada para que sea el Estado el que “borre del mapa” a
ambos actores mineros, sin tomar en cuenta lo que dictamina, y muy claramente,
la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia.
Un ejemplo claro de ello es el
problema del yacimiento minero de Colquiri, el que ha sido “nacionalizado” por
el gobierno, decidiéndose que el mismo debe se explotado tanto por la empresa
estatal como por una Cooperativa Minera, lo que no es aceptado por el sector
sindicalista, el que piensa que esta decisión va en contra de la “agenda de
Octubre”, es decir de la nacionalización de los recursos naturales. Al parecer
la interpretación de lo que señala la agenda es muy personal e interesada por
parte de los asalariados.
Este problema de mala interpretación
o interpretación interesada por parte de COMIBOL y la Federación Sindical de
Trabajadores Mineros, ha ocasionado actualmente malestar y desazón en la
ciudadanía paceña, frente a la movilización tanto de sindicalistas como de
cooperativistas, los unos queriendo imponer un criterio errado y los otros
reclamando por el cumplimiento de lo que el mismo gobierno dictaminó mediante
un Decreto Supremo.
Encima, la indecisión gubernamental
para hacer cumplir sus compromisos, también está originando una movilización de
todo el sector minero cooperativizado, que a partir del martes marchará hacia
la ciudad de La Paz.
Creemos que es tiempo que los
discursos, los ofrecimientos y los compromisos sean una realidad, ya que el
cumplimiento de éstos, en forma oportuna, evitará que los movimientos sociales
y laborales, lleguen a la sede de Gobierno, la que, por su misma condición de
centro político, es el pararrayos de los reclamos y de las movilizaciones que a
diario contemplamos.
Lo que sucede actualmente, es que
ese compromiso adoptado y el decreto promulgado, tratan de ser cambiados por
los propios funcionarios gubernamentales, queriendo introducir cambios o
recomendando opciones, como la que los cooperativistas se conviertan en
asalariados de COMIBOL y fin del problema, lo que significaría otro paso más
para poner fin al cooperativismo minero del país, con ese antecedente que puede
ser trasladado al resto de los yacimientos existentes.
LA
REALIDAD ECONÓMICA Y PRODUCTIVA
DE LAS
COOPERATIVAS MINERAS DEL PAIS
1. QUÉ SOMOS?
¿Cuántas Cooperativas? = 1.340 Cooperativas Mineras
¿Cuantos Cooperativistas Mineros? =
132.000 Cooperativistas Mineros
Con familia y dependientes
incluidos =
800.000 Personas
2. QUÉ
PRODUCIMOS?
- Minerales por valor de $us.
1.400.000.000 anuales.
- La minería en general y la
Cooperativizada en particular constituimos el segundo generador de recursos en
las estructuras económicas del país; utilizando sistemas de trabajo manuales,
sin tecnología de punta.
- Participación significativa en
el P.I.B.
3. QUÉ
GENERAMOS AL VENDER Y/O EXPORTAR MINERAL?
- Regalías anuales por un valor de $us.
30.000.000,--
-Canon de Arrendamiento a COMIBOL
(año) $us. 4.000.000,
- Patentes anuales $us.
350.000,
- Sobre-excedentes económicos
(año) $us. 100.000,
4. QUÉ PAGAMOS
AL COMPRAR INSUMOS PARA MINERÍA?
- Impuesto al Valor Agregado
I.V.A. (año) $us. 90.000.000,--Impuesto a las
Transacciones (año) $us. 18.000.000,-Es decir, generamos ingresos
para el T.G.N., las Gobernaciones y Municipios.
¿QUÉ PUEDEN
ALEGAR A ÉSTA REALIDAD NUESTROS
GRATUITOS DETRACTORES, QUE NOS ACUSAN DE NO PAGAR NADA?
PRODUCCIÓN,
REGALÍAS, EMPLEO Y AREAS MINERAS,
UN
ESCLARECIMIENTO DE LA REALIDAD PARA EL PUEBLO
1)
VALOR ACTUAL DE LA PRODUCCION DE LOS ACTORES MINEROS
-Valor
producción Minería Privada, promedio año, $us. 2.080.000.000,-- (56%)
-Valor
producción Cooperativas Mineras año,
$us. 1.409.000.000,-- (38%)
-Valor producción Minería Estatal
año, $us.
360.000.000,-- (6%)
- Nótese que
las Empresas Mineras del Estado, tienen un menor valor de producción.
2)
REGALIAS QUE PERCIBE EL ESTADO DE LOS ACTORES MINEROS
-Regalías Minería Privada,
promedio año, $us. 120.000.000,-
-Regalías Cooperativas Mineras
año, $us. 30.000.000,-
-Regalías Minería Estatal
año, $us. 9.500.000,-
-Nótese que las
Empresas Mineras del Estado, son las que menos regalías pagan.
-En el primer semestre del 2012, la
regalía pagada por las Cooperativas alcanza a $us. 18.000.000,-- y de la FSTMB
apenas llega a los $us. 3.000.000,--
3)
GENERACION DE EMPLEO POR LOS ACTORES MINEROS
-Cooperativas
Mineras generan el 90% de los empleos en la actividad minera, con más de
132.000 Cooperativistas.
-Minería
Mediana genera el 7% de empleos en la actividad minera, con cerca a 10.000
trabajadores asalariados.
-Minería Estatal genera el 5% de
empleos, con cerca a 7.000 trabajadores asalariados.
-Nótese que las
Empresas Mineras del Estado, son las que menos empleo generan, pero son los que
más beneficio tienen.
4)
AREAS MINERAS POR ACTOR MINERO
-Empresas mineras
privadas 91.420 cuadrículas (56%)
-Cooperativas
Mineras 6.900 cuadrículas (4%)
-Minería
Estatal 66.000 cuadrículas (40%), pero no trabaja ni el 6% de esas cuadrículas
(3.904 cuadrículas)
-COMIBOL
inmoviliza 33.000 cuadrículas a título de interés del Estado, en áreas cercanas
a la de las Cooperativas Mineras, privándolas del derecho de expandirse y
trabajar.
-COMIBOL no
trabaja esas cuadrículas, ni permite que se otorguen a las Cooperativas para
que produzcan y generen más empleos, sólo acapara áreas y no las trabaja.
-Las
Cooperativas Mineras tienen menos áreas para trabajar, son las que más empleo
generan y tienen un mayor volumen de producción y de pago de regalías respecto
a la Minería Estatal.
-Es fácil
concluir de que el Estado no percibe ningún beneficio de la actividad minera de
los asalariados de la FSTMB; menor producción, mínima regalía, mínima
generación de empleo; en cambio acaparan áreas mineras y constituyen una carga
laboral social inmensa que no permite mayor inversión ni desarrollo para la
minería estatal.
¿LOS
SINDICALISTAS QUIEREN ESTATIZAR COLQUIRI,
PARA SEGUIR EL
EJEMPLO DE HUANUNI?
Veamos la
realidad de lo que fue la Empresa privada Huanuni y de lo que es actualmente la
Empresa Minera Estatal de Huanuni, en números y en la realidad. ¿Los
sindicalistas quieren estatizar Colquiri y hacer lo mismo con las áreas mineras
de las Cooperativas, para replicar lo que sucede en Huanuni?.
1) ESCENARIO ANTES DE LA NACIONALIZACION DE
HUANUNI
-Con 800
trabajadores la Empresa Minera Huanuni producía 350 Toneladas de estaño al año.
-El valor de
esta producción era de aproximadamente $us. 155.000.000.
-La carga
laboral de los asalariados era de $us. 15.000.000--año
- Promedio
mínimo mensual de su salario, Bs. 8.000,-- cada uno.
2) ESCENARIO LUEGO DE LA NACIONALIZACION DE
HUANUNI
-Con cerca a
5.000 trabajadores (incluidos más de 4.000 ex cooperativistas de Huanuni), la
Empresa Estatal de Huanuni, dependiente de COMIBOL, produce la cantidad de 750
Toneladas de estaño año; el crecimiento de la producción es mínima, no guarda
relación con el crecimiento del número de trabajadores.
-El valor de esa misma producción es de $us.
360.000.000,--año, no por incremento de la producción, sino del precio de los
minerales.
-Su carga
laboral asciende a la increíble suma de $us. 140.000.000,- año, al margen de
que los trabajadores tienen un porcentaje considerable de las utilidades de la
Empresa Minera Huanuni; ahora ya son cerca a 7.000 asalariados.
- Promedio
mínimo mensual de su salario, Bs. 10.000-- cada uno
-Nótese el incremento en la carga laboral de
la F.S.T.M.B. en más del 900 %; en cambio, el incremento de producción es
mínima; ¿quién soporta esta inmensa carga?: el Estado.
-A la fecha,
las utilidades de Huanuni han disminuido en un 50% por la caída de precios, lo
que denota un decremento en la productividad; empero, la carga laboral social
de los asalariados continúa intacta.
3)
CONSECUENCIA DE UN DECREMENTO EN LAS COTIZACIONES DEL MINERAL
-Para cubrir
los costos de producción, la Empresa Huanuni soporta una cotización de hasta
$us. 8,-- la libra fina de estaño.
- Una
cotización menor significará trabajar a pérdida, cierre de operaciones mineras
para el Estado y una nueva relocalización de trabajadores asalariados; ¿quién
cubrirá el costo de esta relocalización de trabajadores asalariados^?;
¿nuevamente engrosarán las filas del Cooperativismo Minero?.
-La
anterior relocalización costó al Estado la friolera suma de $us. 150.000.000,--
(beneficios, vacaciones, bonos, indemnizaciones, etc.); que aún continuamos
pagando los bolivianos; un nuevo despido masivo, ¿cuánto nos costará?
QUÉ QUEREMOS?
*SEGURIDAD
JURÍDICA
*NUEVAS
ÁREAS MINERAS
*FIN DE LA
CORRUPCIÓN EN COMIBOL
*TRABAJAR
EN PAZ
*CONTRIBUIR
AL PUEBLO BOLIVIANO, CON REGALÍAS, PATENTES Y FUENTES DE TRABAJO
QUÉ NO QUEREMOS
*AVASALLAMIENTOS
*ARBITRARIEDADES
SINDICALES
*INCUMPLIMIENTO
DE CONVENIOS
*TRABAS A
NUESTROS CONTRATOS DE ARRENDAMIENTO, CON CUALQUIER PRETEXTO
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